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viernes, 14 de diciembre de 2012

CINE CRISTIANO

Una definición de cine cristiano sería el género cinematográfico de temática religiosa, cuyo valor esté dado por su objetivo de evangelizar, dejar un mensaje y una enseñanza que lleven al espectador a afirmar sus convicciones cristianas, enfocarse en Cristo, y a cambiar de conducta, con una base bíblica y procurando honrar a Dios.

El cine de contenido cristiano intenta ganar aceptación dentro de una sociedad necesitada espiritualmente, pero abrirse camino en Hollywood y el mundo le resulta bastante difícil, ya que la industria del cine contemporáneo realizado por los no cristianos, le lleva una grandísima ventaja en forma, tecnología, trama, recursos actorales y financieros,  y muchos otros aspectos que deberían superarse para que entre ambos pudiera existir una competencia balanceada y válida.

La cinematografía de temas cristianos, cuando logre ser una empresa desarrollada, para lo cual aún le falta bastante, debería tener como meta, alcanzar a todos los involucrados para Cristo, antes que la fama o el dinero, ya que la mayoría de estas personas se encuentran apartadas de los propósitos de Dios, aunque este objetivo se convierta en utópico por el hecho de que el crecimiento financiero es uno de los pilares para el éxito de cualquier empresa.

Debe ser un cine que llegue a los creyentes y convenza a los no creyentes de seguir a Cristo, que no ahuyente a los espectadores con una excesiva carga teológica o monotonía, y sea elaborado con profesionalismo y alta tecnología para tener capacidad competitiva.

Su objetivo debería ser:
  • Afirmar realidades espirituales y dirigir nuestra visión hacia algo más eterno que el mundo material inmediato,
  • Hacer saber que contamos con Dios y con otros hermanos,
  • Mostrar la diferencia y la realidad del bien y del mal, fomentando una esperanza en la redención,
  • Resaltar los valores y las recompensas de una vida íntegra con énfasis en el carácter único del ser humano
La película cristiana debe satisfacer las necesidades de su audiencia (temas reales y cotidianos), necesidades que serán las causantes de la identificación entre ambas partes, lo que conllevará al éxito al tratar la problemática actual, presentando soluciones o desenlaces basados en la Palabra de Dios, que aporten una oportuna esperanza para el alma atribulada, con la dirección del Espíritu Santo, que será la garantía de que el propósito de Dios será realizado.

Pero también debe ser logrado con arte y calidad,  además de que debe entretener, captar la atención completa del espectador por el tiempo que permanezca sentado en la sala de cine, y que salga de ella con la convicción de que valió la pena haber invertido el tiempo y el dinero.